Dirección General de Recursos Hídricos
La Dirección general de recursos hídricos es la organización gubernamental responsable del estudio de la Hidrósfera Nacional enfocado en la fase terrestre del ciclo hidrológico, a través del sistema de observación, procesamiento, evaluación y análisis de los procesos y fenómenos correspondientes. Mediante el establecimiento, operación y mantenimiento de las redes de monitoreo hidrométrica, piezométrica y mareográfica y del sistema de procesamiento se captan y generan los datos hidrológicos, hidrogeológicos e hidrográficos confiables, suficientes y de fácil acceso para las investigaciones y estudios que permiten evaluar cualitativa y cuantitativa la disponibilidad y situación de los recursos hídricos del país, y así formular los planes de manejo, desarrollo y protección de los mismos. Los estudios preliminares del potencial hídrico son utilizados en la planificación de proyectos de desarrollo hidroeléctrico, agropecuario, abastecimiento de agua potable y de provisión a los ecosistemas.
El objetivo principal de la Dirección de Hidrología Superficial es el de monitorear todos los procesos del ciclo hidrológico que se desarrollan en la superficie terrestre con el fin de generar información hidrológica básica y realizar estudios, clasificación e inventario de los recursos hídricos superficiales del país, de tal forma que los usuarios en general y las autoridades nacionales en particular puedan disponer de esta información en la cantidad necesaria para tomar decisiones adecuadas alrededor de los recursos hídricos del país.
Objetivos Específicos
Generar, recopilar, analizar, almacenar y mantener al día información sobre los recursos hídricos superficiales disponibles.
Evaluar y controlar cuantitativamente y cualitativamente los diferentes cuerpos de agua y su entorno.
Proporcionar a las autoridades nacionales la información en cantidades necesarias y con la calidad requerida para que la toma de decisiones sobre la gestión y desarrollo de los recursos hídricos en el país sea coherente con la sostenibilidad de los mismos.
Realizar estudios que conduzcan a brindar información sobre las variaciones del régimen hidrológico como resultado del cambio climático de acuerdo a las prioridades nacionales.
Contribuir en la realización de estudios y proyectos hidrológicos de forma interdisciplinaria e interinstitucional.
Nicaragua está dividida en dos grandes regiones hidrográficas: la vertiente del Pacífico con una extensión de 12,183 kilómetros cuadrados, que representan el 9% del territorio nacional, y la vertiente del Atlántico con un área de 117,420 kilómetros cuadrados, equivalente al 91% de la superficie de territorio nacional. Los ríos de la vertiente del Pacífico, constituyen el drenaje superficial de 8 cuencas hidrológicas pequeñas, cuyos ríos no exceden los 80 Km. de longitud, con excepción del río Estero Real con 138.5 kilómetros de longitud. En la mayoría se trata de ríos intermitentes con un régimen irregular y caudal de estiaje muy reducido. Los ríos de la vertiente del Atlántico, son de largo recorrido y se distribuyen en 13 cuencas relativamente grandes, con un régimen caudaloso y permanente. Los cursos inferiores de la mayoría de éstos, son navegables con influencia de las mareas del Mar Caribe cuyos efectos, en muchos casos, alcanza varios kilómetros aguas arriba de la desembocadura. Nicaragua tiene dos lagos, el Xolotlán o Lago de Managua, con una superficie de 1,040 kilómetros cuadrados, y el Cocibolca o Lago de Nicaragua, con una extensión superficial de 8,200 kilómetros cuadrados. También cuenta con dos pequeños lagos artificiales construidos con fines hidroeléctricos y de riego, el Apanás de 51 kilómetros cuadrados, y Las Canoas de 18 kilómetros cuadrados. Existen varias lagunas de origen volcánico, tales como las lagunas de Masaya, Nejapa, Apoyo, Xiloá, Apoyeque, Tiscapa, Asososca, Acahualinca, y otras.